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Por tu cara bonita

Quien es guapo es guapo. Y a pesar de que la belleza tiene tiempos culturales y va cambiando a lo largo de los siglos, nosotros, vivimos sumidos en alguno de sus tiempos. Así pues, en occidente hace un siglo era bien visto estar con sobrepeso y exageradamente blanco, hoy en día, estamos acostumbrados a considerar una persona guapa la que no tiene ni sobrepeso ni está demasiado flaca y nos bronceamos. No deja de sorprenderme los intentos de muchos psicólogos en intentar convencernos de que eso no es así, de que nuestros ojos nos engañas y que lo que sentimos es fruto de una imaginación. Y en parte tienen razón, todo es un sueño pero es un sueño del que no vamos a poder despertar. Y como todos los sueños, ya sean placenteros o pesadillas, son experiencias maravillosas de la vida. Sabiendo todo esto, que no hay solución psicológica sería más conveniente aprovechar la situación de este sueño sobre la belleza.

Yo he tenido la suerte de ser bastante agraciado físicamente y a todos los que son como yo les sucede que llegados a cierta edad perdemos la belleza y nos parecemos más al resto de personas. Este paso de tener belleza a perderla siempre supone una frustración de mayor o menor nivel. Incluso a mí me empezó a afectar rondando los 40 años por mucho que me ría de mi calvicie o de mi barriga.

¿Y con los feos qué sucede? "Aunque la mona se vista de seda mona se queda" no es para nada algo tajante. Uno puede hacer ejercicio, cuidar su alimentación, broncearse, ir a salones de belleza o tener cierto estilo vistiendo... Raramente existen personas feas. Incluso reír ayuda a tener una cara bonita. Hacer lo contrario, incluso siendo guapo, hará que nos sintamos feos y nos vean feos; llevar una vida de vicios y/o sedentaria, comer como bárbaros, no tomar nunca el sol, vestir de cualquier manera...

Tras todo esto es fácil llegar a la conclusión de que cualquier guapo puede volverse feo en pocos días y que cualquier feo puede volverse guapo en pocos días. Así que me permitirá el lector seguir con mi optimismo y considerar que "todos somos guapos".

Recuerdo a mi padre que me decía que por mi cara bonita no iba a conseguir nada, especialmente trabajo. Y estaba equivocado. Por mi cara bonita he conseguido incontables cosas beneficiosas, entre ellas trabajo, especialmente cuando mi superior era una mujer. He conseguido; cenas gratis, entrar en locales privados, dinero, abrazos, besos, sexo, sonrisas, caricias y muchos, muchos regalos.

Ser guapo, entre otras cosas demuestra voluntad, trabajo por mantenerse o por moldearse. Sabiendo que ser guapo no depende de la naturaleza sino de nosotros mismos ¿no creéis que vale la pena ser guapo?.

¿Y por dónde puede uno empezar? Yo empezaría por sonreir.

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