
Toda la Humanidad Condenada (THC)
Hace poco alguien escribió:
Durante millones de años he vivido en armonía con animales y con el resto de plantas. Se preguntará el lector cómo una planta puede ser la autora de este escrito. Para poder responder a esta cuestión, debo contar mi historia así como algunos detalles de mi forma de vida ya que es muy distinta a la de los miembros del reino animal y tal vez, distinta a la de mis semejantes del reino vegetal.
Una de las principales diferencias entre mi ser y el de cualquier animal es que así como cada individuo del reino animal tiene su consciencia individual desde que nace hasta que muere, yo tengo una consciencia global. Cada raíz, hoja, tronco o saba contiene la totalidad de mi razón. Puede morir una hoja pero mi mente no muere mientras existan otras hojas o semillas, troncos o esquejes. Supongo que para morir debería desaparecer la totalidad de mi existencia y debe creerse el lector, que dado lo complicado que resultaría tal hecho, la muerte, no me preocupa lo mas mínimo. Por tanto, ese miedo a morir tan y tan presente entre los humanos para mi es algo platónico. Al igual que les sucede a los humanos, los conocimientos acerca de mi creación o nacimiento son un misterio. Desde mi existencia he aprendido millones de cosas pero al igual que les sucede a los humanos tengo mis dudas e inquietudes. Por ejemplo, desconozco si otras plantas o árboles tienen el mismo grado de consciencia que yo. Mi sentido, único, se basa en el tacto. Los animales son mucho mas avanzados teniendo olfato, vista, gusto y oído. Mi sentido del tacto es infinitamente mas evolucionado que el de cualquier animal, por un lado, obtengo gran placer con una simple brisa o gota de agua. Por otro lado, el nivel del dolor soportado cuando alguna de mis extensiones muere a causa de un incendio, rayo o pisada de un animal, es infinitamente mayor que el que puede sentir un animal.
He aprendido a vivir con el dolor físico ocasionado por los accidentes fortuitos de este bello planeta. Mucho peor ha sido convivir con el dolor ocasionado a mi consciencia y sentimientos durante los últimos milenios y en especial, durante los últimos cincuenta años, cuyo gran culpable ha sido el hombre. Sentimientos como el odio y la venganza, que vosotros humanos, tenéis a la orden del día, también forman parte de mi ser, a pesar de que, a diferencia de vosotros, dichos sentimientos son relativamente nuevos para mi.
Creo que con todo lo expuesto, el lector podrá, por los menos, comprender mejor mi forma de ser, pensar, sentir y comprender mis deseos de odio y venganza hacia los humanos. A continuación voy a narrar, de forma escueta, mi historia, motivo de mis planes hostiles…
Todo empezó hace unos milenios, cuando algunas tribus de humanos se dieron cuenta de que al comerme, mis substancias les creaban una serie de sensaciones extraordinariamente placenteras, excitación, relajación, sensación de volar, felicidad y alucinaciones, en este último caso, si la cantidad ingerida, de mi cuerpo, era abundante.
Cada vez que un humano cortaba alguna de mis partes, el dolor era insoportable pero en comparación con lo que vino posteriormente, dicho dolor era como un simple picos. Los humanos empezaron a cultivarme, me amputaron las hojas, arrancaron mis semillas… Dejaron secar mis cogollos, durante meses, sin agua, sin una gota de humedad y cuando la sed era una auténtica agonía, me quemaban inhalando mi humo. Si el infierno existe ha sido para mi en estos últimos años.
Llegó la contaminación, la lluvia ácida, la radiación… Hace poco me sometieron a experimentos, regándome con extrañas substancias para incrementar mi THC y me abrasaron con insoportables luces artificiales con el propósito de obligarme a crecer más rápido.
Mi plan cauteloso para acabar con este sufrimiento y llevar a cabo mi venganza, consistió básicamente en dos grandes acciones:
La primera parte de mi plan me costó, aproximadamente, un año de trabajo. Consistió en generar una enzima altamente adictiva en todas las partes de mi cuerpo. Los humanos que me consumían diariamente no notaron el cambio ya que su flaqueza mental ya les había convertido en adictos antes. Por otro lado, los humanos que me consumían esporádicamente si que notaron tal cambio. Humanos que me consumían fines de semana, durante fiestas fortuitas o durante sus celebraciones anuales… Al cabo de un año tenía en mi poder millones de adictos preparados para ser ejecutados. Para incrementar más el número de víctimas, me introduje en personajes con poder; políticos, militares, jueces, abogados y otros seres despreciables y carroñeros. Es curioso lo hipócritas que pueden llegar a ser estos últimos, pues hasta hace poco, prohibieron mi consumo mientras ellos, además de consumirme, me mezclaban con polvo de mi semejante adormidera y con bebidas alcohólicas llegando, incluso, a alterar mi razón hasta el delirio. Gracias a estos hipócritas conseguí que se legalizase mi consumo, lo cual, multiplicó mis víctimas a millones y millones de humanos.
Al cabo de un año puse en práctica mi segunda parte del plan. Sólo me costó un día. Generé una nueva enzima que fue ingerida por todas las víctimas, sin excepción, durante las primeras veinticuatro horas. Nadie escapó a ella dado su alto nivel de adicción. A los pocos segundos de ser ingerida, ya fuese por vía oral o inhalada, los humanos empezaron a tener alucinaciones. El sentido del tacto se multiplicó millones de veces hasta el punto de que la rozadura de una gota de lluvia surgía el mismo efecto que si a uno le cayese la mayor cascada de agua jamás vista. El olfato también se disparó, convirtiendo el simple aroma de una flor en la más fétida cloaca de la ciudad. El oído se convirtió en una alucinación donde podían escucharse miles de truenos ensordecedores en un simple segundo. Y para terminar, la vista, sentido mas valorado en los humanos dejó de funcionar dado paso a las más aberrantes alucinaciones. Los mayores miedos de cada individuo estaban presentes por doquier, el pánico nuclear, las guerras, insectos gigantes, fieras y monstruos que jamás han existido salvo en la mente de algún artista… El miedo y el pánico eran tan fuertes que, aunque quisieran, no eran capaces ni de gritar. Luchaban para que eso terminara pero era inútil cada vez la sensación era mayor aumentando su ritmo cardíaco. El clímax de todo esto, porque de haberlo lo había, sucedía cuando dejaban de tener alucinaciones y el sentido de la vista daba paso a una luz cegadora junto con un estruendo jamás oído. Esto sucedía de modo imprevisto. Hay quien agonizaba unos minutos llegando a dicho clímax y otros tardaban horas. Era justo en ese momento cuando los humanos sentían un fuerte dolor en el pecho y perecían víctimas de un paro cardíaco…
Millones de humanos perecieron. Ningún científico descubrió la nueva enzima y fui declarada planta altamente tóxica. Desde entonces vivo tranquilamente, en armonía, incluso con los pocos humanos supervivientes.
Quisiera terminar este escrito resolviendo la duda planteada al principio del mismo. ¿Cómo una planta puede escribir una narración? Creo que a estas alturas, el lector ya puede imaginárselo. Usé la última de mis víctimas para ello, naturalmente. Ahora debo generar mas dosis de mi enzima ya que tampoco hay misericordia ni salvación. Aprovecho la ocasión para despedirme y de saludar a los que lean esto. Dudo mucho que pueda volver a escribir otro escrito para vosotros, pero quien sabe…
Y sucumbió
Me esperas tú
Monotonía
Conduzco hacia donde se pone el sol
y el astro rey ciega mis ojos
Larga distancia entre tú y yo
destinos.........
Veo pasar una sombra
"Vi pasar una estrella fugaz"
"y pedí un deseo"
"pero olvidé cerrar los ojos."
Hace mucho tiempo que la fama nos mostró que se podía no ser monótono y a la vez bello y agradable. Ahora la fama nos muestra monotonía, mediocridad y una belleza falsa que sólo la rechazan quienes vieron algo mejor. Eso que hubo, sigue estando, aunque ahora hay que buscarlo y no dejar que la fama nos eclipse. Tal vez la fama refleje la actitud de las personas en un determinado tiempo o época o tal vez sea a la inversa. En fin, hablando de música, os podéis pasar por una tienda de discos y comprar “Going For The One” de los Yes, por no citar otros cientos de discos. Cuando al escucharlo sintáis que la monotonía es para las máquinas y que lo que corresponde a las personas es el propio infinito, ordenado, matemático y a la vez bello y sorprendente, tal vez entonces seáis capaces de hacer el amor. Yo lo tengo fácil, no necesito escuchar discos para ver todo esto, lo veo cada vez que mi hija ríe, llora, habla, opina o se equivoca.
DANIEL BAYONA
La la land (La Ciudad de las Estrellas)
Barcelona, 6 de abril del 2018.
Tras conseguir una copia y haber evitado perder el tiempo y el dinero en el cine, me dispuse, hace apenas unos días, a visualizar este film. Como mucho el coste iba a ser perder los primeros 20 minutos y pasar a ver otra película que no me pareciese una mierdecilla, por decirlo suavemente.
Por suerte no fue así y tuve la suerte de visualizarla en mi cine y no en un monitor de ordenador donde la altura de un personaje es de un palmo y el sonido deja mucho que desear.
Me encontré frente a una obra maestra y la visualicé tres veces seguidas en tres días. Luego me dispuse a leer las críticas y debo remarcar que el 90% de lo que encontré fue favorable. Incluso algunos coinciden en mi opinión de que se trata de una obra maestra. Cabe decir que he escuchado opiniones de gente de la calle y opiniones de críticos profesionales. Todas ellas suelen coincidir en que nos encontramos frente a una obra que hacía años no se producía.

En primer lugar cabe citar el género del musical clásico que está bastante perdido. Hemos visto intentos como "El fantasma de la ópera" o "Los miserables" que no pueden calificarse de obras de arte, salvo "Los miserables" en su versión de teatro que sí lo es. Me esperaba una obra similar a las de Fred Astaire y Gene Kelly u otro "West Side Story" más avanzado en cuando a técnica. Nada más lejos de la realidad.
En primer lugar citaré que la técnica cinematográfica es correcta, ya no pueden hacerse muchos movimientos de cámara nuevos porque simplemente, en los tiempos que corren, las tres dimensiones espaciales han sido perfectamente rodadas desde hace décadas.
Los temas musicales mezclan temas clásicos de este tipo de musicales con jazz, canción ligera e incluso funky. Lo cual, musicalmente tiene mucho nivel. No voy a caer en la tentativa de comparar este musical de carácter clásico con otras producciones más enfocadas en los rincones escondidos de un personaje como Pinky en "The Wall" ni en bailes como "Flashdance", "Dirty Dancig" o "Breakdance". No, "City of Star" intenta mantener un estilo clásico adornado de una gran variedad de colores en una época actual, en la que aparecen teléfonos móviles, pero que nos transporta a los años 50.
Se ha criticado que el nivel de baile de los protagonistas no es comparable a otras producciones clásicas pero yo me remito al guión. Una chica que sueña con ser actriz y un chico que sueña con salvar el jazz no tienen porque ser profesionales del baile. Además añadiré que sus virtudes cantando no son comparables a las de un Freddie Mercury o Whitney Houston. Y me remito de nuevo al guión en el que los personajes no tienen nada que ver con sus carreras como cantantes. En resumen, se nos muestra una situación y unos personajes que son reales y que día a día nos los encontramos frente a la difícil y frustrante vida de los artistas del mundo del espectáculo donde la frustración por el fracaso es muy grande y los problemas del éxito también son muy duros.
La fotografía es muy buena y cabe destacar la iluminación. Nunca hablamos de la iluminación como arte ya que, en cine, se entiende que forma parte del departamento de fotografía. En este caso, cabe destacarla. Me llama mucho la atención el uso de potenciómetros para oscurecer secuencialmente una escena o darle luz, dejando visibles únicamente los elementos que nos interesan. Dicha técnica la usó Igmar Bergman en "La flauta mágica" y en "La la land" tenemos varios ejemplos. Tanto la iluminación básica como la complementaria y espectacular están llevadas de forma magistral.
Otro tema que me llama la atención es el montaje ya que, a veces mantiene planos y contra planos de larga duración de los actores en los que apenas, por no decir nunca, hay diálogos. Esto, que era habitual en el cine mudo, se recupera en esta obra y ensalzan, sobretodo, la magnífica interpretación de la actriz.
Y para finalizar me gustaría alabar lo que nadie dice. Me refiero al guión. Recomiendo que si el lector no ha visto el film deje de leer esta crítica ya que voy a contar detalles que podrían dar pistas sobre los desenlaces.
A menudo los cineastas decimos que en una película exponemos dos más dos y que el resultado lo decide el espectador. En este caso nos encontramos en algo similar. En ocasiones, ni siquiera los guionistas ni directores sabemos el resultado o se nos exponen resultados en los que no hemos pensado y que bien pueden ser ciertos. Lograr esto es hacer sentir más allá de lo que sentimos los artistas al presentar una obra.
Hay quien visualiza la película de una forma secuencial. En mi caso, y cada vez que la veo de nuevo descubro más conceptos sobre mi forma de ver el film, no estamos frente a una historia secuencial sino frente a dos historias. Una es la realidad, la que sucede con los diálogos y la otra es la de los sueños, la que sucede en las coreografías. En la vida real la gente no va bailando por las calles por ello, mantengo que las escenas de baile, la mayoría, son sueños despiertos de alguno de los protagonistas. De hecho, si las quitamos, veremos que la película funciona perfectamente.
El final te transporta a un sueño del que el espectador no puede bajar y el director nos devuelve a la realidad con tal ingenio como lo hacía Edgar Allan Poe mostrando el desenlace de un cuento de terror en las últimas dos líneas. Algo, que se mire como se mire, deja al espectador destrozado. Los que empezamos a ver las escenas de baile como sueños despiertos de los protagonistas, coincidimos en que la última escena es el sueño del protagonista. En otras escenas es la chica la que sueña y supongo que deberé visualizarla más veces para ir descubriendo más detalles. Sea como sea, es una película para verla muchas veces antes de que se convierta en algo cotidiano en nuestro corazón.
Un consejo para su visualización es el de procurarse una buena sala de cine, con buen sonido (imagen grande, potencia y calidad) además de estar predispuesto a verla, relajarse, dejarse llevar, soñar y abandonarse a un estado hipnótico. De no poder visualizar la película de esta forma; hacerlo en un televisor, con gente que nos distraiga o pensando en nuestros problemas, aconsejo no perder el tiempo ya que como todo arte, produce sensaciones ya sean placenteras o lo contrario. Acudir al arte para quedarse igual, es perderse uno de los placeres de estar formidable vida que combina la creación de la naturaleza y la creación de las personas.